Contemplad la más reciente de nuestras adquisiciones frikis: Descent, un juego de tablero de proporciones épicas que exprime a tope la esencia del mazmorreo.
Criaturas del inframundo, trampas, objetos maravillosos, magia, espada y dados, muuchos dados.. todo un hallazgo, la verdad..
Aquí se puede comtemplar un instante en el transcurso de una partida: un grupo de héroes y un puñado de monstruos cabreados..
..dirigidos por la maquiavélica mano del Señor Oscuro, que resulta que es Miguel: un retorcido hibrido entre Dungeon Master y jugador de póker..
Enos aquí los jugadores, debatiendo sobre el buen hacer en el presente turno y puestos a prueba por el DM..
Jorge, dando buena cuenta del pan de lembas.. digo, de las galletas de la merienda...